LA MONEDA EN EL VIRREINATO

 

En el Virreinato se usó un sistema monetario bimetálico, basado en la acuñación del oro y plata con una relación de valor fijo entre éstas. La unidad básica para la plata fue el “Real” y la del oro fue el “Escudo”. El sistema de conteo era octal. 42 años después de nuestra independencia en 1863, el Perú implantó su propia unidad monetaria.

Las primeras monedas macuquinas de menor valor se acuñaron en 1568 en la Casa de Moneda de Lima conocidas como "Rincones", ya que la responsabilidad técnica de la nueva ceca recayó en el Ensayador Alonso de Rincón, heredero de una tradición familiar ejercitada largamente en las cecas de España y México, quien puso su inicial en esas monedas. 

LAS MACUQUINAS

 

Es la moneda acuñada toscamente, manualmente y a golpes de martillo. Existen diversas opiniones sobre el origen de la palabra: mientras algunas sostienen que proviene del vocablo árabe "machuch" (aprobado o sancionado), otras afirman que proviene de la expresión quechua Makkaikuna o macaycuna que haría referencia a su fabricación a martillazos. Macuquina o "cortada y recortada".

8 REALES DE ALONSO RINCON 1568

En el anverso: A la izquierda figura la letra "R", inicial de Alonso de Rincón y la leyenda "PHILIPVS II D. HISPA", dichas leyendas pueden ser traducidas como "Felipe II, a Dios gracias, rey de España y las Indias" al centro un escudo coronado, cuartelado con los símbolos de los reinos de Castilla y León, así mismo una granada representando al Reino de Granada. En reverso: Dos imágenes de columnas de Hércules, coronadas y colocadas sobre olas marinas. En el borde se lee lo siguiente: “NIARUM ET INDIARUM REX y también, aparece la letra “P” indicando al Perú como lugar de acuñación.

La ceca suspendió sus trabajos en 1570 (primera clausura) y el Virrey Francisco de Toledo decidió trasladar la acuñación de monedas a la ciudad de La Plata, hoy conocida como Sucre y posteriormente a Potosí en donde se encontraba una importante veta de plata (argentífera).

 

La acuñación se reanudó posteriormente en Lima de 1577 a 1588, año en que se volvió a clausurar la Casa de Moneda de Lima (segunda clausura). La acuñación se encargó del ensaye a Diego de la Torre y el grabado al talla Diego García, quien sumó a la inicial "D" del ensayador la estrella de ocho puntas guía de los Reyes Magos, tomada del escudo de la Ciudad de Los Reyes. En esos años de producción se acuñaron monedas de 8 reales con un nuevo diseño dispuesto por el rey Felipe II, conocida con el nombre de "Escudo Coronado".

La ceca de Potosí acuñó monedas de tipo macuquino durante todo el siglo XVII. Esta fue la peor época de la ceca altoperuana, pues se llegó a fraguar una impresionante falsificación. Por este motivo el rey ordenó recoger las malas monedas llamadas “rochunas” y resellar las buenas; además se ordenó cambiar el tipo de moneda del “Escudo Coronado” por otra que tenía en el anverso una cruz con leones y castillos y en el reverso las Columnas de Hércules sobre ondas de mar.

LA MONEDA VIRREINAL EN EL SIGLO XVII

 

A mediados del siglo XVII, ante la escasez de moneda y por iniciativa propia aún sin contar con la respectiva licencia del Rey, el Virrey Luis Enríquez de Guzmán (XVII Virrey del Perú 1650-1653) reabrió sus puertas el 11 de diciembre de 1568 hasta abril de 1660, fabricando monedas de 1/4, 1/2, 1, 2, 4 y 8 Reales y 8 Escudos. Estas monedas son conocidas con el nombre de "Estrella de Lima".

A mediados del siglo XVII se descubrieron monedas falsificadas hechas en Potosí, ello determino que Lima exigiera ser sede nuevamente de acuñación. Estas monedas pasaron a la historia con el nombre de "Rochunas". Así se reinició la acuñación en Lima desde el 30 de abril de 1657, desde ese entonces la ceca se encuentra entre los jirones Junín y Paruro. Así fue que entre 1659 y 1660 la ceca limeña acuñó monedas de oro y plata, lo que la convirtió en la segunda casa de moneda hispanoamericana en batir piezas auríferas

Un Escudo de a 8, acuñado en Perú entre 1696 y 1701 durante el reinado de Carlos II. Es una "macuquina" (moneda acuñada toscamente). Peso 27.07 gr, .917 oro fino.

LA PRIMERA MÁQUINA PARA LA ACUÑACIÓN DE MONEDAS

Las reformas administrativas de España demoraron en ser aplicadas en el Virreinato del Perú. En la Casa de Moneda de Lima, la acuñación de monedas macuquinas de oro duró hasta 1751 y en plata hasta 1752.

 

En 1751, la ceca limeña recibió la primera, máquina volante (un molino y una máquina de 3 volantes), bautizada con el nombre de San Andrés, que permitió sustituir la fabricación de las monedas macuquinas por la acuñación de monedas circular o de cordoncillo, Esta máquina, permitió un mejor acabado de las monedas reemplazando la antigua forma de acuñar con yunque y martillo.

 

Así, aparecieron las primeras monedas de oro de cordoncillo, cuyas denominaciones fueron de 8, 4, 2 y 1 Escudo conocidas como “peluconas” pues en el anverso, lleva el perfil del Rey español Fernando VI, luciendo una larga peluca (moda francesa en boga). Estas monedas se acuñaron en Lima hasta 1772.

 

 

Las monedas de plata tienen un hermoso diseño que consta de dos globos terráqueos superpuestos en representación del Viejo y el Nuevo mundo flanqueados por las columnas de Hércules, por ello se les conoce con el nombre de “Monedas de dos Mundos”. o “Columnarios”. Estas se utilizó como denominación mayor para los columnarios el Real de a 8, subdividida en 4 reales, 2 reales, 1 Real y ½ Real, siendo los columnarios los más conocidos Reales españoles que circularon por el mundo, debido en parte a tener un acabado y calidad muy superior a las antiguas monedas macuquinas.

Durante el reinado de Carlos III se adoptó un nuevo tipo de diseño en las monedas de las cecas peruanas. Así, desde 1772 aparecieron las monedas con el busto laureado del monarca en la Casa de Moneda de Lima y en la de Potosí.

Cuando Fernando VII ocupó el trono español en 1808, también demoraron en llegar los nuevos cuños, por lo que en la Casa de Moneda de Lima se decidió acuñar monedas con un busto imaginario del rey, los rasgos pueriles del rey representados variaron de año a año. Se conocen hasta ocho variedades de busto respecto a los originales grabados a buril por José María Fernández de Soto. Así aparecieron entonces las monedas de “Busto Limeño” entre 1808 y 1811. Posteriormente de 1812 a 1814 se utilizó un busto real con toga, eliminando la armadura hasta ese momento utilizada en todas las acuñaciones de busto en Indias, para pasar al busto oficial desde ese último año. Desde 1810 se acuñaron monedas con el busto de Fernando VII, último monarca español que apareció en la moneda peruana.

8 ESCUDOS PELUCONAS 1751 – 1753 LIMA - FERNANDO VI

Durante el conflicto independentista, las acuñaciones realistas a nombre de Fernando VII trataron de seguir estos patrones mezcla de continuismo y diseño local en las cecas bajo su control. Las leyendas continuaron los patrones clásicos, en latín y con las formulas habituales, aunque existan leyendas mixtas en las obsidionales. La moneda insurgente debió ajustarse a unos patrones circulatorios, pero casi siempre con leyendas en castellano, huyendo de un legitimismo identificado con la opresión76. En las casas realistas se aplicó, en lo posible, el tipo oficial o universal, con los cuños enviados desde la península, que muestran al rey al natural en el oro y togado en la plata, sin traje o armadura de hierro (¿signo conciliador?), contrariamente a lo habitual hasta entonces en Indias.