FUNDACIÓN DE LA CASA DE MONEDA DE POTOSÍ

 

La ceca de Potosí acuñó monedas de tipo macuquino durante todo el siglo XVII. Esta fue la peor época de la ceca altoperuana, pues se llegó a fraguar una impresionante falsificación. Por este motivo el rey ordenó recoger las malas monedas llamadas “rochunas” y resellar las buenas; además se ordenó cambiar el tipo de moneda del “Escudo Coronado” por otra que tenía en el anverso una cruz con leones y castillos y en el reverso las Columnas de Hércules sobre ondas de mar.

 

El Virreinato del Perú tuvo en el siglo XVI una inmensa extensión. En el año 1545 se encontró la extraordinaria mina de plata de Potosí. Llamada “Cerro Rico”, fue en su tiempo la mina de plata más grande del mundo y su explotación se relaciona con las minas de azogue (mercurio) de Huancavelica, descubiertas en 1566, cuyo producto era esencial para beneficiar la plata.  Durante el gobierno del Virrey Toledo se fundó la Casa de Moneda de Potosí. Su primera maquinaria la recibió de la Casa de Moneda de La Plata (1573 - 1574), la misma que, había sido remitida de la ceca de Lima en 1572.

 

En esta época también se instituyó la mita minera, una clase de trabajo forzado de los indios en las minas. La gran cantidad de monedas peruanas exportada a España hizo crecer la fama del Virreinato. Nació así la famosa frase “Vale un Perú”, usada hasta hoy en muchas partes del mundo para denotar gran riqueza. Una vez al año, las monedas eran transportadas en barcos escoltados por la Armada del Mar del Sur desde el Callao hasta Panamá, de donde, luego de atravesar el istmo, eran enviadas en galeones.